Por Marisol Vera Guerra
Han sido necesarios todos estos años
veinte quizá
desde aquel pálido día
en que mi juventud se apretaba entre Ejército Mexicano
y la Avenida Hidalgo
y era tu nombre vendaban en algún libro
el mío / tímido escarceo en lontananza
indispensable (digo)
tomar la maleta
al hijo alumbrado en invierno
un verso suelto y ese abrazo
en la central de autobuses
(vaivén iridiscente de la noche)
huir hacia el norte como un mal presagio
y expulsar de mi cuerpo dos cuerpos de mujer
aguja en mi perineo / lluvia sin rostro
el rescoldo de los hombres que se fueron
(sí)
para decirte
en estas letras (un poco envejecidas)
que
más de una vez
tragué dulcemente tu poema
Monterrey, mayo 2020